No me digas qué hacer
Cuando me veas en las profundidades
Del océano
Buscando cúmulos de suspiros
Que puedan ampliar
El vacío de mi pecho.
No me hables de tus normas
Y déjame…
Servirme de mis raíces
Para volar.
Y si hace frío,
Déjame
Refugiarme en mi desnudez.
Y si me siento efímera
Y no me arranco la piel
Es porque necesito algo
Que contenga mi infinitud,
Que de forma
A mi deformidad.
Pero siempre, involuntariamente
Me acabo rasgando,
Y se me escapan ráfagas
De eternidad
En este mundo mortal
Incapaz de entenderlas.
Así que no me hables de normas
Ni de límites,
Hasta que mi infinitud pueda cobijarse
En lo efímero.
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